Durante las vacaciones es habitual excederse con las cantidades y tipos de comida, los helados o el alcohol, por lo que es posible que el control de la diabetes no haya sido tan estricto como el resto del año.

En verano aumenta nuestra actividad social y solemos cambiar rutinas como por ejemplo los horarios de las comidas o las horas de sueño, por lo que posiblemente los valores de las glucemias se hayan visto afectados.

Por ello, te damos algunas recomendaciones para evitar el incremento de los niveles de glucemia, del peso corporal (un par de kilos podrían incrementar la tensión arterial) y, en consecuencia, mejorar el control de la diabetes.

Si el tratamiento se basa en la insulina, pueden ajustarse las dosis con el objetivo de reajustar los niveles de glucemia. Es importante que sea el profesional de la salud quien marque las pautas de cómo hacerlo. Sin embargo, si el tratamiento es con antidiabéticos orales combinado con dieta y ejercicio, hay que prestar especial atención a los hábitos para compensar los excesos.

• Limitar la cantidad de azúcares simples, es decir, los que absorbe rápidamente el intestino y provocan incrementos súbitos de los niveles de glucemia. Si bien, como persona con diabetes, deben consumirse siempre de forma muy moderada, hay que tratar de evitarlos tras una época de excesos: azúcar, miel, mermeladas, refrescos, gelatinas, caramelos, chocolate, frutas en conserva, cerveza, vino dulce, tartas, pasteles o dulces. Los frutos secos, zumos naturales sin azúcar o compotas sin azúcar, contienen azúcares naturales, así que para evitar subidas rápidas de la glucemia no deben consumirse en grandes cantidades en una sola comida.
  
  
• Incrementar el consumo de alimentos ricos en fibra.  Son muy aconsejables, ya que la fibra no se digiere, aporta volumen y ralentiza el paso de la comida a través del estómago e intestino, disminuyendo la absorción de hidratos de carbono: pan integral, fruta natural con piel, verduras frescas, verdura cocida, … ayudan a controlar los valores de glucemia.
  
  
• Moderar el consumo de grasas, lo que ayudará a disminuir los niveles de colesterol.
  
  
• Si se ha ganado peso, hay que tratar de perderlo. El sobrepeso es perjudicial para la salud, especialmente si se tiene diabetes. Consultar con el profesional sanitario si se puede seguir una dieta baja en calorías y combinarla con un programa de ejercicio físico.
  
  
• Prestar especial atención a los horarios: es muy importante ingerir alimentos siempre a la misma hora, ya que es un factor a la hora de mejorar el control metabólico.
  
  
• Evitar la ingesta de bebidas alcohólicas, sobre todo las que contienen mucho azúcar: cerveza, vino dulce, licores…
  
  
• Practicar ejercicio de forma moderada: salir a pasear, ir en bici, nadar… Para contribuir en el reajuste de los valores de glucemia y ayudar a bajar peso de ser necesario
  
  

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