La Diabetes Mellitus es un trastorno metabólico crónico que hace que la concentración de glucosa en sangre sea más elevada de lo normal.
Tener diabetes puede resultar una dificultad en el proceso de la curación de heridas, ya que la enfermedad está relacionada con ciertas complicaciones tales como la angiopatía diabética (daño en los vasos sanguíneos) o la neuropatía diabética (daño en los nervios).
Cualquiera de estas dos afecciones aumenta la probabilidad de tener infecciones y, a su vez, el proceso de curación de las mismas es más dificultoso.
Así pues, si tienes diabetes, el primer paso que debes dar para curar una herida es mantener los niveles de azúcar en sangre en un rango adecuado (< 125 mg/dl). A continuación, el principal objetivo que debes perseguir es que la herida cicatrice tan pronto como sea posible. De esta forma, conseguirás evitar la infección.
En caso de que tengas una herida (ampolla, corte o rozadura), es recomendable que sigas estos pasos:
Tras la evaluación de un profesional sanitario, es importante que sigas estos consejos clave para cuidar esta herida:
Siguiendo estos consejos y, sobre todo, manteniendo unos niveles de glucemia adecuados, conseguirás que el proceso de cicatrización sea más rápido y evitarás la aparición de nuevas úlceras.
Autor: Íñigo Espinar Vicario, Enfermero en el hospital Saint George en Londres.
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Fecha de publicación: 22/09/2019