Si tienes diabetes, es muy importante que autocontroles tu enfermedad para evitar complicaciones. Para ello, si tu médico así te lo indica, deberás analizar tus niveles de glucosa o azúcar en sangre a diario, en distintos momentos del día, a través de una prueba denominada glucemia capilar.
Esta prueba se realiza con un medidor y tiras reactivas. Además, en casos concretos (si sufres una hiperglucemia, tus niveles de azúcar son superiores a 300 mg/dl, si estás enfermo o en cualquier otra circunstancia que tu médico te indique) será necesario que te hagas una prueba de orina para comprobar la presencia de acetona (aparece cuando tu cuerpo utiliza su propia grasa para generar energía en lugar de azúcar).
Es muy importante que anotes los resultados obtenidos tras las pruebas, ya que tu médico los tendrá en cuenta para determinar el tratamiento más adecuado para ti: insulina, medicación, dieta, ejercicio… Sin embargo, existe una tercera prueba de autocontrol de la diabetes cuyo resultado aporta información muy útil a tu médico, tanto para determinar tu tratamiento como para evaluar si es necesario tomar medidas para prevenir las complicaciones de esta enfermedad. Se trata de la hemoglobina glicosilada (también llamada glicada o HbA1c). En términos simples, podemos decir que es un examen que aporta una visión retrospectiva del control de la diabetes. Es decir, la media de tus niveles de azúcar en los últimos 3 meses.
Los glóbulos rojos que circulan por la sangre contienen una proteína llamada hemoglobina. La glucosa, que también circula por la sangre, se adhiere a la hemoglobina durante un periodo de entre 90 y 120 días (aproximadamente 3 meses). De esta manera, la prueba de la hemoglobina glicosilada se basa en la medición de la cantidad de glucosa adherida a los glóbulos rojos y su resultado se expresa en porcentaje, que determina el nivel medio de glucemia durante el trimestre anterior a la prueba. Además, desde 2010, la American Diabetes Association estableció esta prueba como un examen de diagnóstico de la enfermedad: un resultado igual o superior a 6,5% determina que una persona tiene diabetes, mientras que uno de entre 5,7% y 6,4% se considera prediabetes.
El DCCT (Diabetes Control and Complications Trial), gracias a un estudio realizado en EEUU durante 10 años con personas con diabetes tipo 1, demostró que mantener la hemoglobina glicosilada en valores cercanos a los normales (de 4,5% a 6,5%) reduce significativamente la posibilidad de desarrollar complicaciones crónicas de esta enfermedad: retinopatía, nefropatía, pie diabético, etc. En cualquier caso, has de tener en cuenta que la ingesta de alcohol o vitamina C, entre otras sustancias, pueden alterar los resultados de la hemoglobina glicosilada. Además, el tipo de diabetes y las circunstancias particulares de cada paciente también son factores a analizar para determinar qué valores son normales en cada persona. Por este motivo, es muy importante que sea tu equipo médico el que te indique qué resultados son óptimos para ti.
¿Cómo se realiza esta prueba?
La hemoglobina glucosilada puede determinarse en una analítica de sangre, comprobando expresamente este valor. Sin embargo, también existen equipos médicos para averiguar el resultado a nivel capilar.
Autor: Cristina Jiménez, enfermera en Residencia Geriátrica de Vallirana.
Tags: complicaciones de la diabetes evitar complicaciones hemoglobina glicosilada
Fecha de publicación: 05/04/2019